Edificio Aznar (Plaza Venezuela 2)

Construido en el año 1943 por Manuel Ignacio Galíndez Zabala y José Chapa, fue la sede de las oficinas de la Naviera Aznar. Su forna de barco en su visión cenital es muy acorde con sus funciones primigenias. En la actualidad sirve como expansión del Ayuntamiento y es ocupado por servicios municipales.

El edificio que hoy ocupan una serie de dependencias municipales nació, hacia la mitad del pasado siglo XX, como sede de la Naviera Aznar en Bilbao.

Sobre un solar prácticamente triangular y situado en un espacio estratégico y altamente representativo, este edificio, surgido como un mero edificio administrativo y de oficinas, se convirtió, especialmente en los tiempos en que mantuvo la función de imagen corporativa de la Naviera, en una referencia de alto nivel simbólico en el borde de la Ría, precisamente frente al inicio de los Muelles de Uribitarte.

La importancia de la actividad portuaria mereció de los arquitectos autores del proyecto, Manuel Galíndez y José Chapa, volcar su iniciativa en la formalización de un volumen que, a modo de proa de un navío, constituyera un homenaje a «… una de las actividades más gloriosas de nuestro pueblo…” en sus propias palabras.

El edificio original construido en 1943 se conserva en excelente estado en la actualidad. Con una altura de ocho plantas y un semisótano, además de los torreones de la fachada principal y posterior, sigue manteniendo su función administrativa vinculada, ahora, a la gestión pública y, en concreto, al Ayuntamiento de Bilbao. (Texto BilbaoIzan)

Edificio de oficinas Sota-Aznar

Bilbao vivió con construcciones como ésta y otras de periodos próximos e inmediatos una transformación de su imagen urbana singular que, sin lugar a dudas, vendió una calidad espacial y monumental que la convirtió en una de las ciudades más interesantes del país. El caso del edificio de oficinas Sota-Aznar, siendo parecido al de otras construcciones realizadas en Bilbao, en parecidos períodos, resulta de una calidad de diseño no comparable con el de otras propuestas que resultan, a ojos vistas, de compleja comparación como es el caso, por ejemplo, de la casa Lezama Leguizamón, del edificio del Hotel Carlton, del Instituto Miguel de Unamuno y Escuela Universitaria de Elcano en Licenciado Poza, o de las viviendas y oficinas proyectadas por Ángel Líbano en la Gran Vía…. Hay que señalar, en todo caso, algunas transformaciones en la cubierta realizadas a finales del siglo XX que no parecen adecuadas al conjunto de la edificación. Sin embargo, su relativamente escasa entidad entendemos que hacen innecesaria una mayor descripción y, en su caso, crítica respecto del cambio que ha aportado. (Texto de Elías Mas Serra : Periódico BILBAO)

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