Edificio Albia (San Vicente 8)

Este edificio destinado a oficinas y locales comerciales fue construido en dos fases, en 1965 y 1970 por los arquitectos Jose Ignacio Sans Gironella y Juan Carlos Smith Prado.

Situado en un lugar privilegiado era un edifico sin alma, con una estructura tan triste y apocada que resultaba un verdadero mamotreto en una de las zonas mas destacadas de la ciudad.

Hasta que en el año 2012 la comunidad decide acometer una rehabilitación del edificio, que se realizará por partes empezando por el rascacielos más alto, el Albia I de 20 pisos, y el edificio se transforma y se convierte en un edifico que no desentona con su entorno. la remodelación ha sido realizada por el mismo despacho de Sans Gironella

Además de mejorar una estética que era muy criticada –su silueta abrupta contrasta con la estructura liviana de las cercanas Torres de Izozaki–, la actuación supondrá un ahorro a largo plazo, puesto que los trabajos prevén que la eficiencia energética del rascacielos mejore en un 75%. El cambio de ventanas, la creación de una fachada ventilada y la colocación de nuevos y modernos materiales permitirá que el inmueble sea más caliente en invierno y mantenga una temperatura más templada en verano. Se calcula que las facturas en calefacción se reducirán en un 80% y las de climatización, en un 45%. Cerámica y titanio La gran novedad y el elemento de valor añadido que aportará el proyecto es un tipo de baldosa ecológica que permitirá transformar el perjudicial dióxido de carbono en oxígeno. Se trata de un material que el Ayuntamiento de Bilbao ha probado en la calle Lutxana. Se colocarán unos 4.000 metros cuadrados de este azulejo en la envolvente del edificio, lo que supondrá un bálsamo para el medio ambiente equivalente al efecto que logran 280 árboles. «El revestimiento será de cerámica y nanopartículas de dióxido de titanio, el cual, en presencia de la luz ultravioleta (radiación solar en este caso), hace que la superficie del mismo posea cualidades de autolimpieza y minimiza la acumulación de bacterias y mohos, así como limpia la atmósfera que se encuentra en contacto con ella, gracias a un proceso fotocatalítico», según reza el proyecto. (Fuente El Correo)